Esa emoción curiosa y molestosa que aparece en momentos inesperados.
Curiosa porque despierta la máquina de pensar y activa el procesamiento rápido para hallar una solución 'ipso facto' ante ese momento inesperado (no-preparado) que desató el pánico.
Molestosa porque te pone de los nervios, te apreta el corazón, hiperventilas y ... te recuerda que estás vivo y que la vida es así ... juguetona, dramática, emocionante, inesperada, bonita y todo lo que quieras.
Dicen que te tienes que esforzar para no entrar en pánico (aunque el miedo se esté paseando por tu cuerpo entero frotandose las manos).
Es como cuando estás en la ducha y de repente el agua sale helada, o como cuando estás leyendo o viendo algo super interesante y se va la luz. Eso es el pánico, un giro dramático, un cambio brusco en el cauce de los contecimientos, un rayo que atraviesa un árbol ... ¿se puede considerar un shock emocional? Por supuesto.
La cuestión es que te vienen todos los demonios a susurrar mientras piensas en esa solución fácil e instantanea y no, no siempre es instantanea y mucho menos fácil.
Pero si no sintieramos ese pánico nos perderíamos esa sensación de calma, tranquilidad y seguridad que sentimos en ausencia del pánico. Si no es dualidad, ¿qué es? Cuando dicen que no debemos vivir en la dualidad entonces, ¿donde debemos vivir? Aun no lo acabo de pilar. El Yin Yang lo dice todo.
En mi último shock de pánico tras una noticia de esas que te tocan la moral, las narices y hasta los cojones, me ocurrió algo. Después de analizar velozmente las posibles soluciones, acciones, reacciones, me visitó la pereza. Tras el miedo llegó a la pereza. Así que el pánico duró un suspiro y la pereza un poco más.
El diálogo en mi mente fue algo así como:
- ¡Oh no! menudo marrón! ¿Y ahora qué? ¿Ahora qué? ¿Qué vamos a hacer?
- Shhhhh, silencio, necesito pensar.
- ¡Pero que qué hacemos ?!
- He dicho silencio que no es para tanto oie!
- ...
- ...
- ...
- Vamos a ver. Pero si todo es un juego! la vida es un juego! Siempre todo está cambiando! ¿En qué narices estás pensando? RESPIRA. RESPONDE.
- ...
- ...
- ...
- ¿Ya? ¿Se te ha pasado?
- Si pero qué pereza ...
- Shhh. Abre el ordenador y ordena palabras, responde, redacta, escribe y sigamos, que la vida sigue.
Así que quizas no era un ataque de pánico, quizás no era miedo, pero lo que sí fue seguro es una pereza tremenda que se convirtió en algo divertido al poner a prueba mis capacidades y conocimientos. Jaque mate.
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